Argentina avanza en su proceso de transición energética, lo hace generando músculo institucional con el Programa Nacional de Etiquetado de Viviendas (Pronev). Recientemente, la Secretaría de Energía ha dado luz verde al procedimiento de implementación del programa y, además, al lanzamiento del Registro Nacional para el Etiquetado de Viviendas. Si bien aún no existe un proyecto de ley específico sobre eficiencia energética, ya está vigente el Plan Nacional de Transición Energética al 2030, el marco más cercano al tema.
A decir de Gonzalo Santamaría, socio del departamento de energía en Marval O'Farrell Mairal, la creación e implementación del Pronev es clave al cuantificar de manera técnica el requerimiento energético de las viviendas de todo el país. De esta manera, se les podría comparar en función de un criterio unificado, lo que tendría un correlato en nuevos programas y futuros mecanismos de incentivos.
“Desde el punto de vista energético, el Pronev se presenta como un excelente complemento a la promoción de la energía distribuida renovable que, desde hace años, cuenta con un régimen de fomento nacional, pero aún no ha tenido un desarrollo extensivo. La certificación de la eficiencia energética asociada, por ejemplo, a las instalaciones solares domiciliarias podría generar incentivos adicionales para la instalación de este tipo de equipos. Además, a nivel inmobiliario, el Pronev ayudaría a poner en valor las inversiones en eficiencia energética, al contar con una herramienta de certificación oficial”, explica.
Argentina sigue la tendencia regulatoria implementada por gobiernos anglosajones y europeos sobre poner en funcionamiento el programa a través de una herramienta en línea llamada 'Aplicativo Informático Nacional de Etiquetado de Viviendas' (AEV). Maximiliano Cuello Bratina, asociado del área de derecho público y administrativo en la misma firma, explica que el principal desafío es "conseguir un nivel de coordinación elevado entre distintas autoridades considerando, por ejemplo, que el programa establece importantes funciones dirigidas a los gobiernos provinciales".
“Para conseguir un certificado se debe generar un usuario en el aplicativo y cargar ciertos datos técnicos sobre la vivienda. Estos son evaluados por un usuario “etiquetador”, un profesional con un título académico del ámbito de la construcción, que cuenta con credenciales otorgadas por el Registro Nacional de Etiquetadores de Vivienda. La categoría de la etiqueta puede ir desde la 'A', para las más eficientes, hasta la 'G' para las menos. Y se emite un certificado mediante la AEV. La calificación queda asignada en el Registro Nacional de Etiquetas de Viviendas", detalla.
Para conocer los efectos del programa, las oportunidades que trae consigo y cómo se vincula con otro frente clave hacia la transición energética de Argentina, con el aprovechamiento de litio, Gonzalo Santamaría y Maximiliano Cuello Bratina responden a una serie de preguntas sobre el etiquetado y monitoreo de la eficiencia energética en el país.
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¿Qué efectos tendrá el Pronev en materia de gestión de recursos energéticos?, ¿se está evaluando un sistema similar aplicado a otras fuentes de uso energético estatal como el alumbrado público?
Gonzalo Santamaría: La implementación del Pronev a lo largo de los años puede ser beneficiosa en la gestión de los recursos energéticos, tanto desde la perspectiva del usuario como desde un amplio panorama sobre el consumo de energía nacional.
Es importante considerar que el Pronev podría crear nuevos incentivos para que usuarios residenciales instalen paneles solares en sus viviendas, lo que aumenta el nivel de penetración de energías renovables en la red eléctrica.
Por otra parte, según un informe técnico elaborado por la Dirección Nacional de Generación Eléctrica en diciembre de 2022, el consumo energético del sector residencial representa el 27,4 % del consumo energético final total del país. De esta manera, el Pronev puede tener un impacto positivo en el ahorro de energía si consigue una difusión e internalización lo suficientemente elevada como para convertirse en una herramienta útil en la gestión de recursos energéticos.
Anteriormente, existieron ciertos programas sobre el uso eficiente de energía en edificios públicos, así como iniciativas aisladas vinculadas al alumbrado público. Sin embargo, hasta el momento no ha trascendido un sistema similar al del Pronev a nivel general.
¿La eficiencia energética supone un menor coste real del consumo de energía en una vivienda? ¿Qué otros beneficios supone para la persona consumidora y para la comunidad?
Maximiliano Cuello Bratina: La eficiencia energética permite a los usuarios reducir su consumo de energía, adecuando su demanda de energía primaria a los niveles de consumo final. Con respecto al programa hay que distinguir dos supuestos. Para el caso de la edificación de viviendas nuevas, tener en cuenta parámetros de eficiencia energética puede ayudar a que la vivienda desde un principio se diseñe considerando factores que ayuden a que el usuario disminuya sus costos. Para una vivienda existente, el análisis de eficiencia energética puede contribuir en la disminución de los costos de consumo de energía, en tanto el usuario esté dispuesto a adecuar las características técnicas de su hogar. Se sabe, por el momento, que el Pronev no contempla tarifas diferenciadas.
Al dictarse el Certificado de Eficiencia Energética en la AEV, el profesional etiquetador puede realizar ciertas recomendaciones relacionadas al consumo de energía de la vivienda que ha evaluado. De esta manera, puede indicar al usuario la conveniencia de instalar un determinado tipo de material en alguna parte de la vivienda o indicarle alguna manera eficiente de lograr su acondicionamiento térmico. Con este diagnóstico, el particular que solicitó el certificado puede decidir si desea realizar modificaciones que le permitan ahorrar en energía. Si el usuario toma las recomendaciones, el beneficio luego se verá reflejado en las tarifas de luz y gas.
¿Quiénes estarán aptos para ‘etiquetar las viviendas’? ¿En qué consiste su método de cálculo?
Maximiliano Cuello Bratina: La etiqueta de eficiencia energética es emitida por un “etiquetador” de viviendas. Se trata de un profesional que cuenta con un título académico propio del ámbito de la construcción y que ha realizado el curso correspondiente para ser homologado como certificador de la Unidad Ejecutora Local, que varía en función de la provincia que se trate. Además, deben estar inscritos en el Registro Nacional de Etiquetadores de Vivienda.
El mecanismo para definir la categoría que corresponde a una vivienda en términos de manejo eficiente de la energía primaria es puramente técnico y se determina en función de los valores señalados en el IPE, que es un índice sobre estimaciones técnicas de la energía que demandaría la utilización normal de una vivienda por metro cuadrado por el término de un año.
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Transición energética y aprovechamiento del Litio
¿Cómo encajan la existencia del Pronev y de los registros en la transición energética por la que apuesta el Gobierno argentino?
Gonzalo Santamaría: La creación del Pronev y sus respectivos registros es un paso más en el camino hacia la transición energética. Si bien el programa apunta al ahorro y utilización eficiente de energía y no de manera directa a la transición, su implementación tiene una clara correlación con ella. El informe del año 2016 efectuado por el Programa Base de Indicadores de Eficiencia Energética (BIEE) de la CEPAL demuestra que el aumento en la proporción de generación de energía renovable siempre tiene su correlato en un aumento de la eficiencia energética.
Como mencioné, las categorías del etiquetado de eficiencia se determinan en función de los rangos y valores señalados en el IPE. Este índice señala que la incorporación de fuentes de energía renovable constituye un factor verdaderamente positivo a la hora de aprovechar eficientemente la energía primaria. Se entiende que el Pronev genera incentivos para la instalación de estos mecanismos de energía renovable: paneles solares, calentadores solares de agua, sistemas de captación de agua pluvial, todas serían alternativas bien recibidas y promovidas por el programa.
El aprovechamiento del litio como recurso con el que se busca “recuperar la soberanía energética” y esta iniciativa, ¿tienen algún punto de encuentro?
Gonzalo Santamaría: En cierta medida, sí. El litio se ha presentado como un acumulador de energía y su implementación en fuentes de energía alternativa para las viviendas podría contribuir a promover la eficiencia en el manejo de la energía primaria.
Las reservas de litio con las que cuenta la Argentina podrían permitir el desarrollo de proyectos de producción local de baterías, cuya utilización por los usuarios residenciales podría maximizar el aprovechamiento de los paneles solares y la internalización de sus beneficios de cara a un sistema que priorice el autoconsumo.
En el mediano o largo plazo podemos encontrar un punto de encuentro entre el aprovechamiento local del litio y el Pronev, que busca mejorar la eficiencia en el consumo de energía a nivel nacional.
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¿Qué tendencias en la gestión eficiente de energía están liderando en Latinoamérica? ¿Cuáles son los países que más destacan en la región?
Maximiliano Cuello Bratina: En agosto de 2022, World Energy Trade señaló que la eficiencia energética es un ámbito en el que América Latina viene relegada. Si bien hay un largo camino por recorrer, se puede notar cierto fortalecimiento de algunas tendencias virtuosas en varios países de la región.
Por ejemplo, podemos ver una clara tendencia hacia la optimización del manejo de recursos energéticos en el área del transporte y la edificación. Tanto Perú como Chile cuentan con un marco regulatorio que propicia la transición hacia la electromovilidad y ambos países han hecho hincapié en la necesidad de promover una modalidad de construcción con enfoque en la eficiencia energética. México también ha impulsado el diseño bioclimático para el campo de la edificación, que busca maximizar la eficiencia energética propiciando el confort térmico de los espacios mediante el aprovechamiento de las condiciones en su entorno.
Gonzalo Santamaría: Paralelamente, la iniciativa del etiquetado de eficiencia energética para viviendas también es una tendencia que se está haciendo presente en Latinoamérica. Así, por ejemplo, Chile cuenta con un sistema voluntario de Calificación Energética para viviendas que funciona de manera similar al que se está implementando con el Pronev. El programa ya lleva alrededor de 65.000 certificaciones realizadas e incluye estándares mínimos de eficiencia energética para las edificaciones.
Chile, Uruguay, Perú y México son países que han ido desarrollando iniciativas interesantes en materia de eficiencia energética en general y enfocadas en los ámbitos de la industria y el comercio. Aprender de las experiencias comparadas positivas seguramente nos ayudará a poder seguir avanzando en este camino.
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