En la actualidad, son muchas las personas que han decidido emprender creando su marca personal o comercial pero que desconocen el proceso que deben seguir para registrar y protegerla legalmente.
Es importante recordar que la propiedad intelectual es toda creación del intelecto humano, es lo que en la práctica o en la cotidianidad vemos reflejado en anuncios publicitarios, publicaciones escritas, signos distintivos, patentes, cuñas radiales u obras literarias. En cuanto a los signos distintivos en particular es importante señalar que son todos aquellos símbolos, figuras o expresiones que se utilizan en las industrias y el comercio para diferenciar productos, servicios, actividades y establecimientos.
Los signos distintivos se clasifican en marcas, nombres comerciales y expresiones de publicidad o emblemas.
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En El Salvador, tanto como alrededor del mundo, es vital para cualquier emprendedor registrar sus signos distintivos, pues este puede hacer la diferencia frente a terceros y se puede convertir en un factor determinante de la productividad y permanencia de su negocio, además de brindar protección legal a sus productos o servicios frente a terceros.
¿Qué es una marca y qué puede constituir una marca?
Una marca es cualquier signo o combinación de signos que permite distinguir los productos o servicios de una persona de los de otra, deben considerarse suficientemente distintivos para identificar un producto o servicio determinado, pudiendo constituirse por medio de palabras y números, sonidos, olores, dibujos o, en su caso, por combinaciones de colores.
Las marcas se clasifican en marcas de producto, cuando el signo distintivo que se ha creado y se quiere diferenciar frente a competidores busca proteger bienes o artículos. En cuanto a marcas de servicio, estas surgen cuando el signo es susceptible de representación gráfica capaz de distinguir, frente a los competidores, un servicio específico.
¿Qué es primero, el uso o el registro de la marca?
El registro de la marca. El derecho de propiedad de una marca no es conferido por su uso, puesto que el derecho de protección exclusiva —frente a los productos que he creado o al servicio en específico que pretendo proteger— se obtiene únicamente hasta que la marca se encuentra debidamente registrada. Por tanto, si bien puedo ser el creador de una marca, no soy el dueño de la misma hasta su registro, lo que me permitirá tener un uso exclusivo y la libre disposición en el comercio, evitando daños a mi empresa.
En cuanto a los nombres comerciales, se consideran como cualquier signo denominativo o mixto, con el cual se identifican en particular una empresa o establecimiento y no un producto o servicio.
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Las señales de publicidad comercial son básicamente las expresiones que no conllevan un daño moral al público y que son empleadas con la finalidad de atraer la atención de los consumidores sobre productos, servicios o establecimiento.
Simultáneamente al registro de marcas, nombres comerciales o señales de publicidad, existen muchos emprendedores que son autores de libros, canciones, cuentos, juegos electrónicos o pinturas y deberían saber en qué clasificación de la propiedad intelectual se encuentra su creación. En este caso deben proteger su creación bajo el derecho de autor, derecho de propiedad exclusiva que posee el autor de una obra literaria o artística.
Por tanto, es recomendable que cuando se inicie un negocio se cuente con asesoría legal, con abogados especialistas en la materia, o nos acerquemos al registro de propiedad intelectual nacional, en donde se le podrá explicar al titular los pasos a seguir para proteger signos distintivos y de esta forma adquirir protección legal.
*Guisela Rodas es asociada de Consortium Legal - El Salvador.
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