El mercado eléctrico peruano se encuentra en una fase importante de desarrollo, con significativas inversiones en proyectos de generación y transmisión, así como diversas transacciones greenfield y brownfield.
A la fecha, según reportes del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin), existen 10 proyectos en construcción, entre hidroeléctricos, solares, eólicos y termoeléctricos, y si bien es claro que solo una fracción de los más de 20.000 megavatios en estudios de preoperatividad aprobados serán los ejecutados, el mercado muestra un sostenido interés en incrementar su capacidad de generación con fuentes renovables (recursos energéticos renovables - RER).
Esta tendencia se sustenta en que, si bien el margen de reserva del sistema aún es importante, los usuarios libres -como mineras e industrias, entre otros- buscan suscribir o renovar sus contratos de suministro de energía (Power Purchase Agreements - PPA), acreditando el origen “verde” de la fuente de generación para cumplir con sus políticas ESG, lo que impulsa el interés en nuevos proyectos RER, favorecidos también por las privilegiadas condiciones climatológicas de Perú.
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Se espera que esta tendencia de desarrollo de proyectos RER se mantenga durante los próximos años, incluso sin la ejecución de nuevos proyectos mineros que podrían acelerar aún más este proceso, impulsando así la transición energética hacia fuentes de generación más limpias y sostenibles.
Al respecto, si bien durante el 2023 la producción RER no superó el 6 % del total en el Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN), la expectativa es que estas cifras incrementen de forma sostenida, más aún si se logra aprobar la modificación de la Ley N° 28832, a efectos de permitir la contratación de proyectos fotovoltaicos e introducir la contratación mediante bloques horarios.
Debe recordarse que dicha capacidad de contratación con energía solar fotovoltaica se encuentra hoy limitada por su producción en las horas de punta del sistema —la regulación exige a las tecnologías renovables verificar su nivel de producción entre las 5 de la tarde y las 11 de la noche—, lo que obliga a desarrolladores a acudir a mecanismos de contratación no convencionales para hacer realizables sus proyectos.
Además, diversas empresas empiezan a mostrar interés en el desarrollo del hidrógeno verde, en un —aún incipiente— mercado cuya reciente modificación legislativa, el Decreto Legislativo N° 1629, limita al origen RER los alcances de la nueva Ley del Hidrógeno Verde, al considerar solo como “hidrógeno verde" a aquel que se produce a partir de fuentes renovables, dejando de lado a recursos como el gas. Esta última podría suponer un impulso adicional a dichas tecnologías.
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Por otro lado, durante el año 2023 y en lo que va del año 2024, el ritmo de adjudicaciones por Proinversión de líneas del sistema garantizado de transmisión (SGT) ha aumentado significativamente. Así, en cumplimiento del Plan de Transmisión 2023-2032, durante el 2023 se adjudicaron 10 proyectos por un monto de inversión estimado de 1.369 millones de dólares y, durante el 2024, se espera la adjudicación de un total de ocho proyectos (agrupados en cuatro), por 900 millones de dólares.
Si bien durante los últimos años se había ralentizado el proceso de adjudicaciones, este nuevo impulso renueva las expectativas para mantener una red confiable y segura de transmisión de energía eléctrica, más aún con el incremento de proyectos RER cuya intermitencia supone un reto para la operación del SEIN, procurando así evitar repetir los errores vividos en otros países ante el incremento de proyectos RER.
En paralelo, se vienen materializando diversas transacciones como las de Enel Generación (Niagara Energy), Parque Eólico Tres Hermanas (Luz del Sur), Egerba-Rucuy (SINERSA), Enel Distribución (China Southern Power Grid) o GR Cortarrama-Matarani (Yinson Renewables), lo que evidencia el interés en distintos tipos de activos en el sector electricidad.
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Reforma sobre la mesa
En suma, el mercado se mantiene dinámico y, a pesar de la falta de definición del alcance de las anunciadas “reformas de tercera generación”, las empresas continúan apostando por este mercado.
En ese contexto, debe recordarse que en junio del 2019 se creó la Comisión Multisectorial de Reforma del Sector Eléctrico (CRSE), cuya finalidad es ejecutar un diagnóstico integral del sector y formular “propuestas orientadas a la adopción de medidas que garanticen la sostenibilidad y desarrollo del Subsector Electricidad”, tarea compleja y necesaria, según evidencian múltiples estudios sobre la materia.
Si bien el plazo inicial de funcionamiento de la CRSE era de 24 meses, este se ha ido prorrogando. La última indicación ha sido que la CRSE entrará en funciones a inicios del 2026 (Resolución Suprema N° 011-2024-EM) para contratar la consultoría del siguiente “Libro Blanco”, de manera que se deja la consideración, votación y eventual aprobación de reformas para el segundo semestre del 2026, como mínimo.
El proceso de reforma ha seguido avanzando a paso lento, pero a pesar de la falta de definiciones, las expectativas en el mercado y las nuevas inversiones no han sufrido impactos significativos, marcando cada vez más una tendencia hacia los proyectos RER y las líneas del SGT.
*Alvaro Klauer D’Acunha es asociado sénior de Cuatrecasas y experto en regulación energética.
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