El 17 de julio, la firma española con presencia internacional Garrigues y la mexicana Sánchez Devanny anunciaron la concreción de un acuerdo de fusión, en el que la segunda será absorbida por la primera, luego de un proceso de negociación que empezó hace cerca de 8 meses y creará una de las mayores firmas de abogados en suelo azteca, bajo el nombre de Garrigues México (titular de 100 % de la entidad resultante).
Las conversaciones que derivaron en la fusión entre el despacho español y el mexicano no son las primeras que tuvo Sánchez Devanny con un bufete ibérico. En 2019, esta firma estudió la posibilidad de unirse a Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría, el brazo latinoamericano de Uría Menéndez, pero esas conversaciones se suspendieron durante la pandemia.
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La integración se concretará a finales de este año e implicará el paso de todos los socios de Sánchez Devanny a la sociedad de Garrigues, que —según comunicado conjunto— proveerá una plataforma internacional con programas de formación, una política de igualdad de oportunidades y un plan de carrera de la que podrán beneficiarse ellos y los cerca de 160 profesionales repartidos en oficinas entre Ciudad de México, Querétaro y Monterrey.
Sobre el paso de los socios generales de una a otra, Rafael Villamar Ramos, socio director de Sánchez Devanny, explicó que las posiciones de liderazgo son un tema que aún están conversando, pensando siempre en que quienes ocupen estas posiciones sean líderes y ejemplos que inspiren y motiven al equipo a lograr los objetivos de la firma.
"La idea que se tiene es que se tenga una dirección bicéfala por un período inicial que esté conformado por un miembro de ambas firmas, Garrigues México y Sánchez Devanny, sujeta a la aprobación de los socios de ambas sociedades".
La integración está sujeta a la due diligence confirmatoria, a la firma de los acuerdos contractuales finales y a la aprobación de los órganos correspondientes de ambas firmas.
Mientras tanto, y ante el hecho de que Garrigues es una firma de mayor tamaño y más institucionalizada, los profesionales de Sánchez Devanny deberán hacer un esfuerzo para adaptarse a las políticas del despacho español, que son, como indicó la firma absorbente, más detalladas.
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Lo que viene ahora, dijo Villamar Ramos, es avanzar en la coordinación entre las distintas prácticas nacionales, regionales y globales, tomando en cuenta los puntos de coincidencia entre ambas firmas, que los españoles, apuntan, radican en su estrategia centrada en el cliente y la colaboración entre equipos.
"Todo lo anterior no sería posible sin el talento y experiencia de nuestra gente y valoramos altamente la diversidad e inclusión en ambas firmas, dijo el socio director".
Garrigues también explicó que, en el marco de movimientos similares hechos por otras firmas españolas, escoger a Sánchez Devanny en este momento se debió a que México es el mercado legal de habla hispana más importante de América Latina y tiene una relación privilegiada con Estados Unidos, por lo que tener una presencia aún más significativa en este país era un objetivo esencial para Garrigues y agregará mucho valor a su presencia en la región.
"Refleja nuestro interés en el país (uno de nuestros pilares en América Latina junto con Chile, Colombia y Perú), donde creemos que podemos ofrecer un servicio aún mejor con la integración de Sánchez Devanny. Su relevante presencia local, su gran conocimiento del mercado local, además de un equipo experimentado y reconocido, son una excelente combinación para Garrigues que beneficiará a todos nuestros clientes".
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Conforme avanza la fusión, Sánchez Devanny, que es muy afín a Garrigues, con la que comparte visión, valores y formas de trabajar, según Villamar Ramos, deberá adoptar la cultura de Garrigues aunque por medio de un proceso “fácil”, debido a que son más las similitudes que las diferencias entre sus culturas corporativas.
"El principal reto va a ser que los equipos de Sánchez Devanny se acostumbren a trabajar en una plataforma internacional en la que el cliente es lo más importante y por ende se deberá analizar sus problemáticas y oportunidades de negocio desde una perspectiva integral, a través de nuestras áreas de servicio en distintas latitudes".
Pero esta integración se está haciendo en un momento algo álgido para México, debido al cambio de Presidencia que ha vivido y otros aspectos políticos que, si bien Sánchez Devanny declina traer a colación, no influyen negativamente en el trabajo que ambos despachos desempeñan en México en la actualidad, por lo que no prevén que haya algún cambio en el trabajo o cultura de las firmas, influido por la política, posterior a su fusión.
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