La sociedad de los poetas muertos fue uno de los grandes hitos del cine de la década de los 90, habiendo recibido varios premios y nominaciones. La película tiene lugar en 1959, en una escuela preparatoria de élite para niños llamada Welton Academy. En la historia, el profesor Keating inspira a sus alumnos con su método de enseñanza nada tradicional, animándolos a vivir 'vidas extraordinarias', popularizando la frase latina Carpe Diem, que invita a reflexionar sobre la finitud de la vida.
Una de las escenas memorables de la película es cuando el profesor Keating se sube a la mesa del aula e invita a sus alumnos a hacer lo mismo, proponiendo una perspectiva diferente de ver el mundo. ¿Y qué tiene esto que ver con un LLM? El LLM, abreviatura de Latin Legum Magister, es un curso que expone a los estudiantes a diferentes sistemas legales, incluyendo el Common Law adoptado en los Estados Unidos y el Reino Unido.
Año tras año, cientos de abogados brasileños se mudan al extranjero para estudiar el LLM, muchos de ellos en las universidades más prestigiosas del mundo, como Cambridge, Chicago, Columbia, Harvard, LSE, Oxford, Stanford y Yale.
La inversión económica para cursar el LLM es alta: normalmente más de 60.000 dólares solo por el curso. Existen opciones de becas o descuentos, incluidas becas privadas, como la Fundação Estudar y el Instituto Ling. Aún así, teniendo en cuenta todos los costos, un monto global de inversión puede superar los 100.000 dólares por solo un año de estudio.
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Este, además, es un curso exigente. El volumen de estudio es enorme y la dinámica de la clase exige lecturas previas obligatorias, cargadas a través de preguntas formuladas muchas veces al azar por el profesor a cualquier alumno de la sala.
¿Y qué obtienes a cambio? ¿Por qué invertir tanto en un curso relativamente corto?
Aquellos que no han sido “estudiantes” del profesor Keating le dirían que el LLM es un curso con un enfoque en la práctica, que prepara al abogado para trabajar en un entorno internacional, sumergiéndolo en discusiones más allá del contenido legal básico.
Además, para muchos el LLM abre puertas a nuevos mercados de trabajo, en Brasil o en el exterior. Hoy es común encontrar abogados brasileños trabajando en otras jurisdicciones después de estudiar el LLM. Asimismo, las grandes firmas de abogados brasileñas suelen contratar profesionales LLM en ferias de empleo en Nueva York o después de completar el curso.
En algunos países, incluso, como Estados Unidos, cursar el LLM, cumpliendo ciertos requisitos, acredita al estudiante para tomar el Bar Exam, equivalente a la prueba de la barra en Brasil, que habilita al profesional para ejercer la abogacía en el extranjero.
Es decir, la respuesta de que es un curso práctico definitivamente no es incorrecta. Sin embargo, aquellos que “se subieron a la mesa” del profesor Keating y ven el mundo desde otro ángulo, como propone la película, saben que el LLM no es solo eso. No se limita a los conocimientos técnicos y la calificación. El LLM es una experiencia que cambia la vida, especialmente para aquellos estudiantes que han tenido poca experiencia internacional.
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Cuando decidí estudiar el LLM en Stanford había viajado al extranjero solo una vez, cuando tenía 15 años, en el tradicional viaje a Disney. Tenía pensamientos limitantes, no creía que realmente pudiera sobresalir en mi carrera, mucho menos pasar el Bar Exam o convertirme en abogado de un gran bufete de abogados internacional.
Más que la experiencia en el aula, asistí a varias charlas motivacionales durante el curso y amplié mis horizontes. Tuve el placer de escuchar en vivo a Bill Gates, Arnold Schwarzenegger, Sam Zell, Steve Jobs y los fundadores de Google, entre otras importantes referencias de éxito. Estar a metros de esta gente ya me hacía creer que todo era posible.
La experiencia cultural también superó muchas de mis expectativas. El mero hecho de asistir y seguir los deportes universitarios estadounidenses y animar a mi universidad, además de la diversión, me permitió conectar rápidamente con estudiantes de otras universidades que seguían esta misma costumbre.
Para aquellos que no están familiarizados, los deportes universitarios estadounidenses cuestan miles de millones de dólares al año y se transmiten internacionalmente. En el fútbol americano, por ejemplo, los 10 estadios de equipos más grandes pertenecen a universidades, superando a la NFL, por la presencia de aficionados.
La verdad es que los beneficios del LLM van mucho más allá del aula. La búsqueda de la felicidad implica descubrir lo que realmente te hace feliz. Como enseña el profesor Keating en Dead Poets Society, el LLM fomenta el pensamiento crítico y el pensamiento independiente. No por otra razón hay estudiantes que, irónicamente, abandonan la abogacía después de su LLM o deciden mudarse definitivamente al extranjero.
En mi caso, el LLM tuvo un impacto y sirvió de incentivo para convertirme en un abogado norteamericano y luego litigante (solicitor). Durante años me enfoqué en una carrera internacional, ejerciendo la abogacía en Texas y casi nunca he regresado a Brasil, algo impensable años antes.
Parafraseando a Henry David Thoreau y su mensaje de apertura de la Sociedad de los Poetas Muertos: ¡fui al LLM para vivir por mi propia voluntad... para absorber todo el aprendizaje de la vida... para aniquilar todo lo que no era vida y, para que cuando muera, no descubra que no viví!
*Giovani Loss es Magíster en Derecho y estudiante de doctorado en Energía en la Universidad de São Saulo (USP), LLM en la Universidad de Stanford (Becario del Instituto Ling) y socio de la firma Matos Filho.
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