A un año de cumplir su centenario como firma, Morgan & Morgan apuesta por la renovación de su programa de responsabilidad social (RSE). Ahora mismo, según reporta Camila Vengoechea, líder de Desarrollo Organizacional RSE, están evaluando una integración más óptima de principios ESG. Vengoechea destaca los éxitos de dos decenios:
Camila Vengoechea
“Vemos como caso de éxito haber logrado consolidar los dos ejes (de FundaMorgan), de educación y ciudadanía y de acceso a la justicia. Me refiero a que ahora cuentan con proyectos claros y delimitados, con indicadores y objetivos concretos, así como recurso humano y financiero que permitan continuar su desarrollo. Otro logro importante, al ser un proyecto único en el país, es la implementación y ejecución del programa de Asistencia Legal, que viene del eje de Acceso a la Justicia. Lo que se traduce en la práctica en dar asesoría legal gratuita a mujeres que han experimentado o experimentan violencia; así como trabajar en la prevención de esta violencia, mediante la incidencia en las políticas públicas, capacitaciones y charlas”.
Para la firma, hay ciertas fechas significativas en la materia: en el 2000, cuando Panamá aún se estrenaba como administrador absoluto del Canal, el Grupo Morgan & Morgan, al que pertenece la firma fundada por Eduardo Morgan, iniciaba el proyecto FundaMorgan, su fundación. En el 2002, Morgan & Morgan acentuó sus proyectos sociales vinculados con la sostenibilidad, mediante la suscripción del Pacto Global de las Naciones Unidas, liderado por Juan David Morgan, socio y CEO de la firma.
De acuerdo con datos del Ministerio Público panameño reportados durante el primer semestre del 2021, en el país hubo un incremento del 23 % de casos de violencia contra las mujeres frente al mismo periodo en el 2020. Esto es 1.921 denuncias adicionales. Esto fue registrado por FundaMorgan para impulsar el desarrollo de su programa de asistencia legal urgente. En marzo del 2018, cuando aún vivíamos la antigua normalidad, el Grupo Morgan suscribió los Women Empowerment Principles (WEPS), la iniciativa de ONU Mujeres que se vincula con el cumplimiento del ODS 5 (Objetivos de Desarrollo Sostenible), enfocado a la igualdad de género.
En materia educativa, la emergencia sanitaria ha exacerbado también esa necesidad por continuar atendiendo la realidad: Panamá, distinto a otros países del Caribe y Sudamérica, aprobó en el 2020 el desarrollo de toda la currícula escolar mediante programas virtuales para aprender en casa. Sin embargo, esta buena puntada se desteje cuando, según el Banco Mundial, solo el 24 % de niñas y niños del quintil inferior del grupo de bajos ingresos de Panamá cuenta con acceso a Internet. A ello cabe sumar la proyección de esta entidad respecto de la deserción escolar. El Banco Mundial revela que en términos relativos, el país caribeño junto con México, Costa Rica y Bolivia, “podrían haber sufrido las mayores tasas de deserción de 20 % a más”.
Las labores de Morgan & Morgan en este ámbito impulsan un espacio, asegura Vengoechea, no atendido por ninguna fundación especializada en este ámbito:
“El tercer éxito (como FundaMorgan), es en el eje educativo. Y para esto primero es importante aceptar que hay muchas organizaciones maravillosas en Panamá trabajando la educación, pero nuestro esfuerzo, en este sentido, está dirigido a completar la educación no formal. Es decir, apuntar al desarrollo de técnicas para promover la participación ciudadana, el liderazgo juvenil, la resolución de conflictos, el fortalecimiento de la democracia, el reconocimiento de los derechos. Articular este trabajo enfocado en la participación activa de la juventud, explicándoles: ¿Cómo participar? ¿Por qué participar? ¿Cómo lo logró? ¿Cuáles son sus derechos? ¿Cuáles sus responsabilidades?”.
En entrevista con LexLatin, Camilia Vengoechea visibiliza el valor de la apuesta por la RSE y su contribución en el crecimiento de la firma y su entorno, en el marco de su aniversario.
¿Cuáles son los planes de crecimiento para este año en materia de RSE para la firma? ¿Qué oportunidades avizoran?
Camila Vengoechea: En este momento estamos revaluando nuestra estrategia de sostenibilidad. Para eso, déjame contarte sobre nuestro mapa: hoy en día, tenemos cuatro pilares. El primero es el de bienestar corporativo, que es interno, es decir, que atiende a los empleados y colaboradores. También tenemos el pilar del medio ambiente, el de estándares corporativos, que equivale al de gobernanza y, finalmente, tenemos el pilar social - comunitario, ejecutado por FundaMorgan, que es la fundación corporativa que apoyamos desde la firma, desde hace más de 20 años.
La fundación tiene dos ejes de acción: uno está enfocado en el área de ciudadanía y derecho responsable, para jóvenes y acceso a la justicia, el cual dividimos a su vez en dos que son el programa pro bono y el programa de asistencia legal a mujeres víctimas de violencia doméstica, en el que atendemos a mujeres que ganan menos de 800 dólares mensuales. Las representamos por la vía penal o familiar. Hacemos mucha incidencia y mucho trabajo de prevención. Para este último programa, tenemos gente de planta, es decir, abogados, pasantes, etc.
Entonces, ahora mismo, estos cuatro pilares los estamos revaluando para tratar de alinear los conceptos de ASG (o ESG, por sus siglas en inglés). Estamos atendiendo a la tendencia en las nuevas prácticas que utilizan estos principios, sobre las cuales industrias como la banca, seguros y las compañías que trabajan emitiendo volúmenes de residuos con la industria del plástico, por ejemplo, ya los ponen en práctica y las vienen asumiendo de manera internalizada.
La oportunidad de crecimiento va de la mano con la demanda, cada vez mayor, por parte de los clientes en requerir que la firma cumpla con políticas anticorrupción en sistemas de cumplimiento, políticas de medio ambiente, códigos de ética y conducta, etc. Y el empuje viene sobre todo de las multinacionales o clientes internacionales que impulsan este cambio del sector.
¿Qué retorno le ofrece a la firma el invertir en un programa como el de los ODS?
Nosotros siempre decimos que no puede haber empresa exitosa en un mundo fracasado. En ese sentido, todos tenemos que aportar, por más sea empresa chiquita o firma legal grande o mediana que seas. Todos, de alguna manera, podemos aportar a los ODS. Además estos objetivos están hechos para que todos participemos, ciudadanos, gobierno, oenegés, empresas. Los mismos ODS están hechos para que todos tengamos un rol.
Yo siento que a las empresas lo que les conviene es, por un lado, mayor engagement de sus empleados. Es decir, saber cómo se identifican sus empleados con estas causas. Hoy en día, los colaboradores más jóvenes se identifican mucho con el concepto de sostenibilidad y justamente, en contraparte, los clientes buscan firmas que atiendan estos conceptos ESG, que tengan prácticas de gobierno corporativo fuerte. Entonces, estos conceptos van madurando más y, a la vez, los clientes van eligiendo con más probabilidad firmas que trabajan proyectos en estos temas. Desde esta perspectiva, hacerlo de manera continua, vuelve más leales a tus clientes. Y además, está el sumar a la reputación de la marca. Con esto te digo que, en conclusión, es posible que todos podamos aportar a los ODS y que a la vez todos ganamos con esto.
Desde su experiencia y rol de liderazgo en estos proyectos, ¿qué recomendaciones ofrece al sector legal para gestionar la innovación en materia de RSE?
Mi recomendación es empezar con una acción pequeña. Es necesario saber que no debe haber una persona específica, designada para poder empezar. Con eso en mente, toca preguntarse ¿qué acciones de sostenibilidad se pueden trabajar o reforzar en lo que se tiene?
También es posible tener algunas acciones, pero no verlas como estratégicas. Por ejemplo: se puede empezar por reforzar el programa para sus propios colaboradores, empezar por dentro. Yo siempre digo que los temas de RSE y sostenibilidad se deben iniciar por uno mismo, internamente. No todo se resuelve o concreta con una fundación. También se puede articular con acciones en RSE enfocadas a los hábitos de la firma, por ejemplo, en reciclaje, ¿qué residuos producimos? ¿en qué gastamos los recursos?
Recomiendo revisar las políticas de cumplimiento y gobierno corporativo y empezar por reforzar eso o reforzar el código de ética. O en caso que aún no tengas código de ética y conducta, pues empezar por eso. En concreto, hay muchas oportunidades para empezar con algo pequeño.
Creo que todo, al final, tiene que ver con quitarse la idea de que estas prácticas y este enfoque solo son para multinacionales o empresas grandes, cuando en realidad todos podemos aportar. Sobre todo porque en el fondo todos queremos que nuestras empresas sean más sostenibles, no solo financieramente, sino social y ambientalmente. Aportar desde donde estamos.
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