Fortalecer el Estado de derecho, defender la independencia del Poder Judicial y evitar la politización de los tribunales de justicia son los objetivos más críticos para Latinoamérica hoy, considera Jaime Carey, socio director de la firma chilena Carey, quien además fue nombrado vicepresidente de la International Bar Association (IBA) para este periodo que termina dentro de dos años.
"Creo que el mayor problema que tenemos en Latinoamérica es la inseguridad jurídica. Cuando no hay claridad en las normas o cuando no se sabe si esas normas van a cambiar, todo se vuelve complicado".
Cuenta con una trayectoria de más de 30 años en la IBA, la organización internacional que agrupa más abogados a nivel mundial.
LexLatin conversó con Jaime Carey para ahondar sobre su papel en la IBA, sus siguientes pasos, los principales desafíos legales para Latinoamérica y cómo encajan estos últimos en los objetivos de la barra internacional.
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Región latinoamericana
¿Cómo recibió la comunidad jurídica de Chile su nombramiento dentro de la IBA?
El recibimiento ha sido muy bueno para la comunidad jurídica de Chile y también para la región. Es importante mantener la presencia de latinoamericanos en un foro internacional como la IBA, tal y como lo hicieron Emilio Cárdenas, de Argentina; Fernando Peláez-Pier, de Venezuela, y Horacio Bernardes Neto, de Brasil.
Ahora soy el vicepresidente y debería continuar mi paso a la presidencia de la IBA en el 2025, convirtiéndome en el cuarto latinoamericano en presidir esta organización. Ocupar estas posiciones nos permite dar la visión latinoamericana dentro de la IBA, tomando en cuenta las características especiales que tiene nuestra región.
En las reuniones regionales de la IBA, a las que asisten más de 800 abogados, los norteamericanos y europeos muchas veces quedan impresionados del ambiente de amistad, camaradería y respeto profesional que existe entre los miembros de la comunidad latina.
En cierto sentido, diría, se ha logrado cambiar el paradigma de que los latinoamericanos “dejamos todo para mañana”: el foro latinoamericano ha tomado una mayor dimensión dentro de la IBA, convirtiéndose en uno de los más importantes, haciendo las cosas bien, a tiempo y demostrando un espíritu de cooperación.
Creo que le hemos dado una proyección a Latinoamérica dentro de la IBA y hemos ganado muy buena reputación. Eso me pone muy contento.
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Objetivos
Una de las prioridades de la IBA para este período, presidido por Almudena Arpón de Mendívil, es elevar la contribución de la profesión legal en la sociedad. ¿Cuál puede ser su aporte para cumplir con este objetivo? ¿Hay interés en el sector para lograr esos objetivos en la región?
Para mí es muy importante elevar la contribución de la profesión legal en la sociedad. Creo que a través de los colegios de abogados tenemos que velar —sobre todo en Latinoamérica— por el fortalecimiento del Estado de derecho y la defensa de la independencia del Poder Judicial y evitar su politización, lo que -desafortunadamente- está pasando en muchos de nuestros países. Creo que es muy importante que, desde la IBA, se alce la voz para que estos objetivos se cumplan.
A través de los estudios jurídicos y los profesionales independientes también puede haber una labor muy importante para mejorar la visión de la profesión. Una forma de hacerlo es por medio del trabajo pro bono —que ha tomado mucha relevancia en la región— porque es una forma de contribuir con la sociedad, asistir a personas con escasos recursos económicos y permitirles acceso a la justicia.
Esto, sin duda, ayuda a elevar también la percepción de la profesión legal.
¿Cómo coadyuva con la agenda (de cinco objetivos) que se ha planteado la presidenta de la IBA para este año?
Cuando Almudena estructuró su agenda de trabajo, lo hizo de manera conjunta y lo compartió con la vicepresidencia.
Aunque la verdad es que dos años (lo que dura el periodo de presidencia de la IBA) no es mucho tiempo y, por ello, nuestro objetivo principal es darle continuidad a su plan, estamos coordinados en lo que queremos: asegurarnos de la continuidad de ese plan de trabajo a largo plazo.
Específicamente, durante este período como vicepresidente de la IBA, me he estado dedicando en ayudar al fortalecimiento de las comunicaciones internas y externas. Existe un plan para que se puedan modernizar las comunicaciones y aprovechar todas las herramientas de la oferta digital. De igual manera, estoy enfocado en aumentar la membresía e incrementar la participación de regiones como África y Asia, que han estado un poco relegadas.
Queremos apalancarnos en la tecnología para ofrecerles a estas regiones más facilidades de participación. Por ejemplo, en muchas ocasiones para los abogados de Asia el idioma es una barrera, entonces, con las herramientas tecnológicas que hoy en día existen de traducción simultánea podemos llegar mucho más fácil a los consejeros de los colegios de abogados (que muchas veces no hablan inglés).
En conclusión, es importante cerrar esa brecha de comunicación para acceder a más contenido (conferencias, presentaciones) y aumentar la participación.
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Desafíos para este año
¿Cuáles anticipa que pueden ser los principales desafíos para el sector de los servicios legales de América Latina este año?
Creo que el mayor problema que tenemos en Latinoamérica es la inseguridad jurídica. Cuando no hay claridad en las normas o cuando no se sabe si van a cambiar, todo se vuelve complicado. Por ejemplo, se aprueba un proyecto ambiental bajo cierta regulación, luego cambian las leyes y, entonces, el proyecto queda en una especie de área gris.
Lo que más le preocupa a las empresas extranjeras al momento de invertir en un país es la seguridad jurídica. Si la ley dice “no”, ya se sabe que no se puede hacer y punto. Pero, la incertidumbre (no saber qué hacer) es terrible.
Adicionalmente, existe la preocupación latente de que se politicen los tribunales de justicia. Más allá de un tema de derecho, cuando los jueces actúan también como 'activistas', surge una preocupación genuina porque caemos nuevamente en un tema de inseguridad jurídica.
En cuanto al tema económico, el estancamiento sobre el crecimiento que se ve en la región, unido a las altas tasas de inflación generalizadas, es una de las mayores preocupaciones a corto plazo.
Legado de una trayectoria
¿Qué legado le gustaría dejar en la IBA?
Yo veo dos mundos: el mundo del derecho y el de las relaciones personales.
Para mí las relaciones personales son muy importantes y, luego de estar 38 (casi 39) años en la IBA, puedo decir que ha sido un lugar maravilloso para interactuar con abogados de todas partes del mundo. En este tiempo no solo he creado vínculos profesionales, sino también de amistad.
Creo que si logramos derribar estas barreras de idiomas puede lograrse una integración aún mayor. Quisiera que mi legado sea ese, una mayor integración global.
Ahora bien, desde un punto de vista jurídico, me gustaría haber contribuido a defender el Estado de derecho y la independencia del Poder Judicial, así como promover una mayor diversidad e inclusión en la profesión.
Siempre me ha interesado poder incluir a personas con discapacidad en nuestra profesión, más allá del tema del género. Yo tengo un hijo con discapacidad y por eso tengo un interés personal en reforzar los temas de inclusión, me gustaría dejarlo como un legado.
Existe mucha experiencia en el mundo y sería bueno buscar una instancia en la IBA para transmitir ideas, iniciativas, proyectos. Me gustaría que, a través de algunos de los comités de diversidad de la IBA, se pudiera abrir un espacio para crear algún tipo de programa de inclusión. Yo aún sigo trabajando en esto desde mi perspectiva.
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