Hace apenas cuatro años se incorporaron los servicios profesionales en los marketplace o plataformas digitales, pero durante 2020 su uso, en el contexto de la pandemia, se hizo imprescindible. En el ámbito legal, como lo dice Carolina Castro Garza, encargada de la oficina de innovación de la firma mexicana Gloria Ponce de León & Hernández (GP&H): “Los despachos deben implementar tecnología en sus procesos si quieren seguir en el mercado”.
Castro Garza es parte del equipo que diseñó Legafy, una tienda en línea de trámites, servicios y documentos de propiedad intelectual, contratos de licencias de marca, estudios de viabilidad de registros y registros de marca nacional. En el área corporativa, ofrece constitución de sociedades o constitución de sociedades por acción simplificada (SAS). En materia laboral, la plataforma posibilita la creación de una renuncia voluntaria y del reglamento interior de trabajo. Además, contiene la carta poder, el contrato de prestación de servicios, de competencia, de compraventa, mutuo, el contrato de inversión, aviso de privacidad y el contrato de compraventa de acciones. La firma pretende ampliar paulatinamente su cartera de servicios.
“La plataforma hace muy sencillo el proceso de elaboración de un contrato o documentos legales, indica qué se debe tener a la mano para cada trámite. Una enorme ventaja para alguien que no es abogado y que desconoce los temas legales. Esto es el futuro: las personas quieren tener -de manera rápida y sencilla- la solución a sus consultas”, comentó.
Un aspecto particular de Legafy es que, aunque en apariencia funciona como una tienda en línea, es una herramienta laboral con la que GP&H se adecuó al contexto. Con ella se involucra a los abogados de la firma en tiempo real con los usuarios. “No hay plantillas prefabricadas, sino que detrás de cada solicitud hay un abogado personalizando el documento de acuerdo con las necesidades de los usuarios”, señaló.
Carolina Castro Garza afirma que es importante hablar sobre la automatización de ciertos procesos que implican tareas repetitivas. “La inteligencia artificial podría evitar que los abogados pierdan el tiempo para que se dediquen a asuntos complejos”.
A decir de la especialista en legaltech, la evolución del derecho podría acelerarse con el uso de herramientas digitales. “Nunca se podría suplir a un abogado, incluso en un escenario donde estén todos los procesos automatizados; la lógica es el gran punto de inflexión en el trato con ‘robots’”.
Aunque el futuro de los servicios legales ya comenzó, las herramientas por desarrollar requieren del primer paso: que todas las firmas cuenten con un área de innovación.
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