El mercado de capitales argentino sigue el impulso global vinculado a los lineamientos ESG. Esto no solo se refleja en el volumen de operaciones vinculadas a bonos temáticos enfocados en la sustentabilidad, sino también en el interés de su ente regulador.
La puesta en marcha de un plan que garantice el equilibrio entre cuidado al medio ambiente, el bienestar social y crecimiento económico se va delineando en iniciativas de la Comisión Nacional de Valores (CNV), como la publicación de la Guía para la inversión socialmente responsable y su portal de sostenibilidad. A decir de Fernanda Mierez, socia de Beccar Varela, este contexto propicia el desarrollo y transversalización de los criterios ESG.
“Estamos viendo un gran interés del regulador (CNV), sobre todo del mercado de capitales, que está fomentando este tipo de inversiones en los llamados bonos verdes, sociales y sustentables. Asimismo, la firma del protocolo de finanzas sustentables, suscrita por la mayoría de las entidades financieras, hace que cada vez más se busquen proyectos e instrumentos que puedan tener impacto en estos temas”, asegura.
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En esta línea, Manuel Frávega, también socio de la firma, considera clave prestar atención a la evolución de la agenda ambiental en Argentina, que se ha plasmado en iniciativas regulatorias y administrativas. Un ejemplo de ello es la reciente presentación de la Agenda 2030 en la Legislación Argentina, que enfatiza en su compromiso con el cuidado del medio ambiente.
A nivel corporativo, esto se visibiliza en prácticas que se alinean con la debida diligencia ambiental, lo que -en palabras del abogado- parte de una gestión preventiva y estratégica del medio.
“Lo central no solo pasa por la debida gestión de los residuos —como era el foco desde hace muchas décadas—, sino por la sustentabilidad ambiental a largo plazo, vinculada, por ejemplo, al manejo sostenible de los recursos y servicios ecosistémicos, como los glaciares, bosques, acuíferos y, en alguna medida, humedales. En ese sentido, se trata de actuar con la debida gestión ambiental con foco en la prevención, la transparencia y participación ciudadana y el compromiso con la lucha contra el cambio climático, que es un capítulo complejo y dinámico”, afirma.
Fernanda Mierez y Manuel Frávega codirigen el nuevo departamento ESG de Beccar Varela. Mierez también lidera el departamento de derecho societario y cuenta con expertise en aspectos sociales y de gobierno corporativo, mientras que Frávega es líder del departamento de derecho ambiental y cambio climático.
Ambos especialistas señalan las tendencias y proponen recomendaciones para adecuarse a este impulso transformador del mercado y, además, nos cuentan sobre la estrategia que sigue la firma para transversalizar estos lineamientos en su gestión y servicio.
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Tendencias y recomendaciones
¿Qué tendencias en materia ESG se avecinan en lo que queda del 2023?
Fernanda Mierez: En Argentina se han presentado varios proyectos ante el Congreso Nacional para reconocer a las Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo (Sociedades BIC), que capturan este modelo híbrido para hacer negocios de empresas de triple impacto como las Empresas B.
Estos continúan la ruta trazada del movimiento regional que reconoce a este tipo de empresas en Europa y América Latina con países que ya tienen su regulación como Perú, Colombia, Ecuador, Uruguay, España e Italia.
Además, existen varias Ordenanzas a nivel provincial y de municipios para fomentar las compras públicas en empresas de triple impacto y se ve una tendencia a que cada vez existan más de estas.
También observamos la aplicación extraterritorial de regulaciones en materia de cadena de valor de la Unión Europea sobre subsidiarias en la región, y avances en las regulaciones climáticas tanto a nivel nacional, provincial y municipal vinculadas a la mitigación, a la adaptación y a la financiación climática.
¿Cuáles son sus principales recomendaciones para generar una convergencia entre los lineamientos ESG y los programas de Compliance en el sector corporativo?
Manuel Frávega: Los programas de compliance tienen por objetivo asegurar que la empresa cumpla con la ley, así como generar una cultura organizacional y gerencial de cumplimiento. Se focalizan en evitar las conductas infractoras, detectar rápidamente desvíos y gestionarlos adecuadamente para mitigar o revertir los daños causados a la empresa.
Para ello, es una condición necesaria que los programas contemplen la inclusión del marco regulatorio aplicable a la actividad de la empresa, precisamente, para evaluar la totalidad de riesgos o vulnerabilidades de sus operaciones. Deben ser adaptados tailor-made a la dimensión y singularidad de los negocios de la compañía, a los riesgos locales y a las exigencias legales propias de sus operaciones.
Se requiere un expertise y technicality para el diseño y ejecución de un programa efectivo de compliance y, en ese marco, es fundamental la consideración de la variable ambiental y climática para aquellas empresas que pueden generar estos impactos en sus operaciones.
Esto se vuelve aún más desafiante en un contexto, como el argentino, en el que el derecho ambiental y climático están en expansión y desarrollo. Se requiere prestar mayor atención a las novedades regulatorias, que son cuantiosas y técnicamente complejas; estas exigen una aproximación especial a la particularidad del negocio y de su cadena de valor para entender el mapa de riesgos de las operaciones de cada compañía.
En este sentido, el abogado ESG debe tener una actitud proactiva y no reactiva. Además, es fundamental tener una aproximación de apertura y sinergia con las otras áreas de práctica así como con otras disciplinas extrajurídicas.
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La estrategia que sigue Beccar Varela
¿Qué oportunidad ha identificado Beccar para sus clientes o potenciales clientes al lanzar este departamento?
Fernanda Mierez: Estamos viendo que nuestros clientes están haciendo sus negocios saliendo del capitalismo tradicional a un “capitalismo consciente”, lo que se conoce como “stakeholder capitalism” y, de esa manera, cambian sus modelos de negocios por aquellos que generen ganancias y, al mismo tiempo, tengan un impacto social o ambiental positivo.
En este sentido, como abogados de empresa y aliados esenciales para nuestros clientes, debemos orientarlos y contribuir con el desarrollo de sus negocios a partir de este nuevo modelo.
Hemos diseñado un plan para acompañarlos en auditorías en temas (ESG), protocolos de compras sostenibles, la incorporación de cláusulas ESG en su cadena de valor y sus contratos de compraventa, la implementación de estructuras legales para negocios de impacto, financiamiento sostenible, entre otros.
Además de asesorar a la ONG Sumatoria, ¿en qué otros asuntos de inversiones de impacto y emisión de bonos SVS ha participado la firma?
Fernanda Mierez: Sumatoria va por su cuarta emisión de bonos SVS y en cada una de ellas los hemos asesorado, con lo cual el éxito en este tipo de instrumentos es claro. El éxito no solo para el destinatario de los fondos, en este caso una ONG que puede financiarse con el mercado de capitales, sino para los inversores que están ávidos de encontrar este tipo de instrumentos que causan un impacto positivo importante.
Luego asesoramos a los bancos en el caso Pro Mujer, que fue un caso muy paradigmático para nuestra Comisión Nacional de Valores (CNV) ya que sancionó una regulación para resaltar el carácter social de este tipo de bonos y también tuvo mucho interés en el mercado. Actualmente, estamos asesorando a varias empresas con un foco de triple impacto que quieren acceder a financiamiento de este tipo.
¿Qué compromisos ha asumido Beccar como la primera firma de abogados de servicio integral de Argentina en unirse al Pacto Mundial de las Naciones Unidas?
Manuel Frávega: Beccar Varela tiene la sustentabilidad en su ADN, es algo que se ha consolidado con el correr del trabajo e inspiración de muchos abogados y líderes del estudio.
Nuestra incorporación a este pacto no solo fue un hito fundamental que consolidó todo ese trabajo, sino también un incremento en la responsabilidad de la firma y de sus miembros en la promoción de un cambio genuino en nuestra comunidad.
Nuestra estrategia de sostenibilidad está focalizada en tres dimensiones centrales:
- El asesoramiento legal con criterios ESG, que tiene por objeto brindar soluciones legales que integren aspectos ambientales, sociales y de gobernanza.
- La gestión responsable del negocio, con el foco en nuestros colaboradores, siguiendo buenas prácticas de gobierno corporativo y cuidando del ambiente.
- Las relaciones con la comunidad, a través del asesoramiento pro bono de excelencia y comprometiéndonos en el apoyo a la educación de quienes más lo necesitan desde el Proyecto Dar.
Además, Beccar Varela, desde hace años, tiene un compromiso destacado y de excelencia con la práctica pro bono.
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¿Cuáles son los highlights de los informes de Sustentabilidad Corporativa emitidos? ¿Qué sigue después de su emisión?
Manuel Frávega: La estrategia de sostenibilidad de Beccar Varela está compuesta por tres dimensiones: asesoramiento legal con criterio ESG, la gestión responsable del negocio y las relaciones con la comunidad. A lo largo de los períodos considerados en nuestros dos reportes (2019 y 2020-2021), hemos logrado alcanzar con éxito objetivos en las tres dimensiones de esta estrategia.
En el segundo caso, particularmente, en el cuidado y bienestar de nuestros integrantes, así como en el trabajo de apoyo a las comunidades vulnerables que más sufrieron el impacto de la pandemia y sus consecuencias.
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