
Un crecimiento de entre el 2,9 % y 3 %, proyectado por el Banco Central de Reserva del Perú, asienta el optimismo para el transcurso del año frente a la estabilidad macroeconómica del Perú. Y si bien cierto control interno impulsa a la inversión por la fortaleza de sectores clave como el minero, de infraestructura y el fortalecimiento del consumo privado, junto con la agroexportación, el entorno internacional ya ha comenzado a condensar dudas sobre la dinámica del capital, incluso a mediano plazo.
“Tengo la impresión de que estamos en un momento de inflexión muy marcado por las iniciativas que el presidente de los Estados Unidos está impulsando. Creo que Donald Trump está representando y, digamos, encarnando fuerzas sociales, políticas, culturales que han estado un poco aguantadas y que están aflorando con mucha fuerza y, eso, en definitiva, nos va a impactar a nosotros [...] Veo que ciertos elementos que pensábamos que ya no eran parte de las reglas de las instituciones, a nivel global, se está poniendo en cuestión”, observa José Antonio Payet, especialista en fusiones y adquisiciones, operaciones financieras, mercado de capitales, titulizaciones y fondos de inversión.
¿Qué se espera en el desarrollo del derecho corporativo frente a la evolución de la escena política local e internacional?, y ¿cómo se aterriza en este punto de la historia transnacional peruana? Como parte de los preparativos de LexLatin para el Latin American Regional Forum de la International Bar Association (IBA), esta editorial visitó, en Lima, al socio fundador de Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados, quien respondió estas interrogantes.
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En un resumen de la actividad transaccional de 2024, Perú registró 84 adquisiciones de compañías, en número, exactamente la tendencia central en la distribución estadística de los últimos 7 años, el periodo más bajo fue en 2018, con 63 operaciones, y el más alto, en 2019, con 110.
El 13,09 % de esos acuerdos fueron asesorados por Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados, por una suma mayor a 531,5 millones de dólares –solo el 36 % de estas operaciones tienen montos públicos–, cifras con las que, Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados se posicionó como el segundo despacho más importante en el dominio de la actividad M&A local (puesto compartido con Hernández & Cía.), esto por número de operaciones; el quinto por monto acumulado.
“Perú es un país importante por su ubicación, por sus recursos y porque tiene un tamaño más o menos relevante [...] Hoy en día, el mercado M&A está altamente desarrollado, considerando que se trata de una economía mediana”.
Entre las fusiones y adquisiciones que Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados acompañó el año pasado está la compra de Grupo Romero de las gasolineras de Terpel en Ecuador y Perú; la desinversión en tres empresas de peruanas del Grupo Carlyle; la venta del 100 % de Crediscotia Financiera a Banco Santander y el cambio de manos de Chaupiloma Dos de Cajamarca, que pasó de ser propiedad de Compañía de Minas Buenaventura a la minera canadiense Franco-Nevada Corporation.
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Un mercado profesional
“Una cosa que ha cambiado mucho en el mercado es la calidad y conocimiento de los actores principales”, comenta el experto.
De acuerdo con José Antonio Payet, viéndolo hacia atrás, siendo el M&A 'una especie de ecosistema', es notorio que todos los actores que participan en él se han profesionalizado.
“Los compradores, los vendedores son profesionales. Pueden ser un fondo de capital privado, por ejemplo, y también están los inversionistas estratégicos que son profesionales en el manejo de las grandes corporaciones, tienen sus áreas de desarrollo de negocios o tienen equipos que se dedican a eso. Hoy, una parte importante del mercado, el cliente, es profesional”.
Al Perú han llegado actores como China Yangtze Power Co., en 2019, que compró a Luz del Sur; Newmont Corporation, en 2022, que compró a Compañía de Minas Buenaventura e incluso fondos de private equity como The Carlyle Group.
"No solamente están los grandes bancos de inversión internacionales, que manejan grandes volúmenes de 500 millones, 1.000 millones o 2.000 millones de dólares; también hay una banca de inversión local o regional que igual es sofisticada. Hoy día hay bastantes firmas y bastantes abogados y abogadas que que son muy buenos en M&A y que conocen muy bien el manejo de las operaciones".
Aunque el crecimiento del mercado y de sus actores es indiscutible, eventos disruptivos, como la pandemia, han roto su linealidad y han introducido criterios muy singulares de incertidumbre y riesgo a la hora de cerrar deals, ahora precisamente, ante un panorama global en el que está pesando más para el mundo corporativo la volatilidad geopolítica, las tasas de interés elevadas y las nuevas regulaciones, se avecinan de nuevo cambios en el fondo de las negociaciones.
Cambios en las reglas del juego (y en los contratos)
Sobre este punto, Payet Puccio menciona la importancia de la suspensión de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA por sus siglas en inglés) firmada por Donald Trump el pasado 10 de febrero.
"Que el Departamento de Justicia deje de hacer enforcement activo de la Foreign Corrupt Practices Act, la ley que prohíbe a las empresas norteamericanas realizar actos de corrupción fuera de Estados Unidos, bajo el argumento de que se están 'perdiendo oportunidades', a nosotros como país nos va a impactar muy fuerte [...] Hoy día, al negociar un contrato de compraventa, sobre todo si se trata de una compañía que está comprando y tiene presencia en los Estados Unidos hay todo un análisis de la cláusula anticorrupción del contrato; el estudio de las representaciones y garantías sobre incumplimiento de normas anticorrupción es brutal, es larguísima, exigente, se negocia".
Estos acontecimientos van asentando más interrogantes sobre los siguientes capítulos en esta área de práctica, especialmente, queda muy abierta la pregunta de qué pasará con los específicos avances que se han dado, desde las normas, a la lucha contra la corrupción. Por otro lado, una cuota extra de incertidumbre aparece con las próximas elecciones locales.
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Víspera electoral
Ha pasado un poco más de dos años desde que Dina Boluarte ocupó el cargo presidencial, luego de que Pedro Castillo disolviera al Congreso mientras el propio Congreso buscaba su vacancia, proceso que promovió seis veces antes de ese punto de la historia, esto es, contra todos los presidentes de los últimos seis años excepto uno, aunque para esa excepción, Francisco Sagasti, de igual manera se presentó un pedido de vacancia, sin embargo no prosperó; el despegue del cuadro fiel de la crisis política peruana.
A pesar de las protestas, Boluarte ha permanecido en el cargo con una aprobación del 5 %, y con la promesa de que el próximo año habrá elecciones generales en el país: para elegir nuevo Ejecutivo, Legislativo, con la novedad de la bicameralidad, y de gobiernos regionales, ¿cuáles son las expectativas?
"Perú, Chile, Colombia, Perú, Chile, Colombia son países más o menos parecidos. O sea, digamos, en toda América Latina, quizás, los más [...] y es gracioso porque las elecciones son más o menos en los mismos tiempos y nos están pasando cosas parecidas: los tres países eligieron presidentes de la izquierda y a los tres les fue mal con sus presidentes de izquierda [...] Uno pensaría que lo normal es que tengamos gobiernos más de corte promercado, proinversión, entonces, puede ser que venga una época mejor desde el punto de vista de la inversión".
Aunque, de acuerdo con el abogado, el país deberá encontrar el equilibrio hacia lo que internacionalmente se avecina. Tan solo la semana pasada los posicionamientos de la Casa Blanca en la guerra entre Rusia contra Ucrania dejaron al descubierto una profunda crisis de las relaciones diplomáticas internacionales, con un mensaje claro de que la nueva administración en Estados Unidos busca posturas muy claras, algo que también ha estado presionando para que suceda en Panamá.
"Nuestra práctica, definitivamente, va a estar afectada por la aprobación o desaprobación de la inversión extranjera por razones geopolíticas. Ese es un tema que en el Perú existía. Cuando yo era chico, en la época preFujimori, preliberalización, nosotros teníamos como parte de nuestro derecho, de nuestras normas, una decisión del Acuerdo de Cartagena del Pacto Andino, que era la Decisión 24, sobre la regulación del capital extranjero: cuánto se puede invertir, en qué sectores, cuánta plata podía ganar el extranjero; era una norma ultra controladora de la inversión extranjera que fue desapareciendo en los países".
Y con este escenario José Antonio Payet se pregunta si es que en la región se adoptarán, por ejemplo, comités de análisis y control de la inversión extranjera o figuras parecidas. Como punto de partida, con todas las interrogantes abiertas, el momento es de 'inflexión', como lo califica el especialista en derecho corporativo.
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